jueves, 22 de marzo de 2012

WAPITEÑAS Y TEPICHULOS, NUEVA TRIBU URBANA.


Nayeli no falta ningún 28 de cada mes a la iglesia de San Hipolito para rendir culto a San Judas Tadeo.
Ocasionalmente la acompañan sus amigos. Todos, originarios del conocido barrio bravo de Tepito, autodenominados tepichulos y guapiteñas.
Los términos, que fusionan las palabras chulos y guapas con Tepito, crecieron a la par de la fe por el santo de las causasdifíciles, hasta convertirse en una de las modas más fuertes entre los jóvenes de clase media y baja del Distrito Federal.
“No me molesta que se nos llame así, es nuestra forma de ser y nos sentimos bien. Además, aunque sea algo que nació en nuestro barrio, ahora se visten así muchos chavos de la ciudad”, platicó Nayeli, estudiante de 17 años.
Gorras de colores, gafas oscuras o de fantasía, ropa clara (casi siempre blanca), accesorios y tenis Jordan son sus características principales, aunadas a la fe en San Judas.
“En el barrio lo que rifa es el lenguaje visual, corporal y verbal. Los jóvenes de aquí siempre buscan traer algo original que los distinga de los demás, así fue como se acuño la tribu de los tepichulos y guapiteñas, un estilo que ahora es popular en casi toda la ciudad”, explicó Alfonso Hernández, cronista de Tepito.
Esta tribu urbana, de no más de dos años de existencia, según Hernández, lleva su identidad hasta las redes sociales, donde muchos de ellos anteponen a su nombre en Facebook o Twitter la palabra guapiteña o te­pi­chulo, según el género. Incluso, hay por lo menos 15 grupos cerrados y abiertos en Facebook que aceptan solicitudes de quien se quiera unir a ellos.
De acuerdo con Alfonso Hernández, jóvenes de diversas zonas de la capital acuden al barrio bravo “a ver qué hay de nuevo”.
“Vienen de la Martín Carrera, de Cuautepec, Iztapalapa, Tacubaya, etc. Todos coinciden en que para llegar aquí tienen que cruzar varias fronteras culturales, pero vale la pena. Tepito sigue siendo referencia de la ciudad”, afirmó.
“Todos buscan una identidad”
De acuerdo con el maes­tro Alfredo Nateras, sociólogo de la UAM, no hay ningún joven que se salte el proceso de buscar una identidad social. “Todos tenemos la necesidad de ‘pertenecer a’; es algo inevitable. Y aunque en los adolescentes es más visible, hasta los adultos tienen grupos de iden­ti­dad”, explicó.
En el caso de los tepichulos y guapiteñas, el especialista resaltó el hecho de hacer notar su lugar de origen. “Hay un vínculo muy fuerte con su barrio, que, de hecho, es uno de las más fuertes de la ciudad. Quizá entre los llamados chakas y reggae­- toneros formaron esta nueva tribu, pero es de remarcar el orgullo por su lugar de residencia, parecido al de los Satelucos de Satélite, o a los de la colonia Guerrero o los de Tacubaya, aunque de distinta clase social.
“Quizá por ello, en el imaginario popular, exista el prejuicio de que los tepichulos y guapiteñas tienen malos hábitos y se les discrimina casi de inmediato cuando se les ve, pero se habla sin conocimiento de causa, ya que no se les puede catalogar a todos así”, finalizó el experto en culturas e identidades juveniles.

Jorge Almaraz  / PUBLIMETRO MEX.

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